¿CÓMO DIFERENCIAR UN DIAMANTE DE UNA ZIRCONIA?
Diferenciar un diamante de una zirconia a simple vista es muy difícil incluso para expertos, pero existen características físicas que las diferencian muchísimo.
Estos son algunos aspectos que te ayudarán a descubrir sus diferencias:
LA TRANSPARENCIA:
Si colocamos una zirconia sobre un papel escrito, esta gema permitirá ver las letras a través de ella. El diamante es mucho más opaco y no transluce el fondo sobre el que se coloque.
LA DUREZA:
La zirconia presenta un valor de 8 en la escala de Mohs (escala que se utiliza como referencia de la dureza de un mineral), mientras que el diamante tiene un valor de 10.
Un diamante puede rayar una zirconia, pero nunca al contrario, ya que el diamante es el mineral más duro conocido. Tanto es así que hay que tener especial cuidado a la hora de tratarlos.
EL CALOR:
El diamante conduce muy bien el calor y la zirconia no, porque es mucho más aislante. El método más empleado por los expertos para diferenciar una gema de otra es el diamond tester, un detector que mide la conductibilidad térmica. (En nuestra tienda podemos probar tus piedras de forma GRATUITA).
EL PESO:
La zirconia pesa bastante más que el diamante. Siendo del mismo tamaño, al pesar en una báscula, podrás ver la diferencia.
EL BRILLO:
Si introducimos un diamante en un vaso de agua, éste seguirá brillando a través del líquido. La zirconia, sin embargo, se volverá casi transparente.
La diferencia más IMPORTANTE entre un DIAMANTE y una ZIRCONIA es que el primero es un mineral natural (Que tarda millones de años en formarse) y la segunda es fabricada en laboratorios de manera sintética (Esto explica su precio tan reducido).